ZAMBIA RURAL
El Valle de Sud Luangwa
Zambia
Zambia es uno de los paises más pobres del mundo, con el 55% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza. Si a esta pobreza añadimos el cambio climático que afecta a sus plantaciones y el hecho de que es un país sin salida al mar, haciendo que la llegada de material sea casi imposible, nos enfrentamos a una situación muy dura para sus 18 millones de habitantes.
- El 64% de la población de Zambia vive en zonas rurales, donde la pobreza es aún más severa
- El 25% de la población no tiene acceso a agua limpia
- El 76% de la población no tiene acceso a servicios básicos de saneamiento gestionados de forma segura
- El VIH / SIDA, la malaria y la tuberculosis siguen siendo los mayores desafíos para el desarrollo sanitario de Zambia.

El reto de la infancia
Uno de cada cinco niños en Zambia es huérfano debido al SIDA, la malaria o la tuberculosis entre otras enfermedades. Estos niños muchos veces viven con sus tíos o abuelos y por desgracia a menudo en condiciones muy por debajo de lo que es acceptable para un niño.
Según Unicef, el 40% de los niños sufren por lo menos tres privaciones a la vez (falta de acceso a la nutrición, la educación, la salud, el agua, la sanidad o una vivienda adecuada). Incluso pueden sufrir hasta cuatro privaciones simultaneamente antes de los 5 años.
Debido a la falta de nutrición, el 35 % de los niños sufren un retraso en su crecimiento.
Hay aproximadamente 800.000 niños que no asisten a la escuela. Estos niños dedican su tiempo a ayudar en casa y las pequeñas plantaciones que pueda tener su familia, o la familia conla que conviven.
Debido a que muchos niños no se registran al nacer es difícil saber con exactitud las cifras de niños que no asisten al colegio, que caen enfermos e incluso que no llegan a los cinco años.

Ser niña en Zambia rural
La falta de educación y el matrimonio a una edad temprana son dos de los gran retos que afrontan una niña en Zambia.
El analfabetismo es superior en las mujeres que en los hombres y sólo el 26 % de las niñas llegan a la escuela secundaria. Esto es debido a la pobreza, los embarazos y los matrimonios aún siendo niñas.
En la actualidad, Zambia es el país número 16 en matrimonios de niñas en todo el mundo. En las zonas rurales, 6 de cada 10 niñas se casarán aún siendo niñas. Para una niña húerfana en pobreza extrema el matrimonio puede parecer una salvación, y para muchos padres el ofrecer a sus niñas a casarse con un hombre mayor puede significar un intercambio por la «lobola» o dote.
Muchas jóvenes se quedan embarazadas antes de que sus cuerpos estén preparados y ello conlleva mayores riesgos durante el embarazo y el parto. Al salir de su entorno familiar a vivir con un marido, muchas veces mayor tienen más probabilidades de contraer enfermedades tales como el SIDA y experimentar la violencia doméstica.

¡La educación puede romper este ciclo!
La educación puede cambiar la situación de las niñas, de los huérfanos y de las familias de la zona rural de Zambia. Estos son algunos de los cambios que puede haber con educación para todos:
- El desarrollo de las aptitudes y abilidades
Con mejores capacidades sociales, emocionales, cognitivas y de comunicación los niños tienen más probablidades de usar sus habilidades y destrezas para desarrollar actividades importantes como pueden ser el trabajo, la agricultura y el respeto e igualdad para la mujer.
- La lucha contra la desigualdad
Cuando los niños asistan a la escuela, pueden desarrollar habilidades, adquirir conocimientos y crecer socialmente durante sus años de formación. Esto sienta las bases para el aprendizaje permanente y una sociedad más justa.
- El descenso del riesgo y de la vulnerabilidad
Como dice el viejo refrán: El conocimiento es poder.» A través del aprendizaje, los jóvenes adquieren las habilidades para resolver problemas y avanzar en sus vidas.
Con la educación y el aprendizaje vienen las habilidades y el conocimiento para ayudar a las personas a superar la pobreza y la agricultura de subsistencia. Les enseña a articular mejor sus necesidades en las reuniones comunitarias, a solicitar puestos de trabajo en áreas cercanas, a mejorar sus propias habilidades agrícolas, a aprender oficios y a abrir posibilidades profesionales en el área inmediata y más allá. Esto no solo ayuda a las personas, sino también a sus comunidades, ya que se mueven más allá de las restricciones de sus pueblos y crecen y aprenden en el mundo más allá.